En un crédito existen dos tipos de pago: el pago a capital y el pago de intereses. El pago a capital es abonar a lo que te prestaron, no a los intereses, entonces, como cada mes la cuota llega por un monto de capital y un monto de intereses, en algunos créditos puedes elegir abonar a capital, de modo que se reduzca la deuda y solo quedes debiendo los intereses.
Como no todos tienen esta facilidad o beneficio, debes preguntarlo en la entidad bancaria cuando estés solicitando un crédito.
Como se mencionó, el abono a capital es realizar un pago de forma anticipada. Estos pagos extraordinarios puedes tenerlos en cuenta cuando recibes ingresos extra, ya que de este modo te ayudará a cancelar el valor total del crédito más rápidamente.
Abonar a capital sirve para reducir el tiempo del pago del crédito, el valor de las cuotas y así mismo, el de los intereses de forma indirecta, ya que solo tendrías que pagar los intereses del número de cuotas que tengas pendientes.
Siguiendo el mismo hilo, y teniendo en cuenta que lo más recomendable es pagar un crédito en el menor tiempo posible, puedes utilizar bonos de trabajo, ingresos de prestaciones o de ‘primas’ de servicio para hacer abonos a capital.