¿Has escuchado hablar alguna vez sobre el leasing? En este artículo conocerás todo lo que debes saber sobre este producto financiero.
El leasing es un “arrendamiento financiero”, es decir, un banco o una compañía de financiamiento adquiere un bien a su nombre para arrendárselo por mediano o largo plazo a un cliente. Después del tiempo pactado, el solicitante decide si quiere continuar con el bien o no. En caso de que lo quiera, se renueva el contrato, o de lo contrario, se regresa a la entidad bancaria.
El leasing funciona como un mecanismo de financiación entre una entidad bancaria y un arrendador que podrá adquirir bienes antes de comprarlos. Luego de cumplir el plazo de arrendamiento, estos activos pueden quedarse con el solicitante del leasing o con la entidad bancaria.
Existen dos tipos de leasing: el operativo y el financiero:
Es una financiación por parte de una entidad bancaria que previamente ha adquirido bienes. El solicitante (persona natural o jurídica) puede adquirirlos por cierto tiempo a cambio del pago de unos cánones con opción de transferencia, es decir, con la posibilidad de compra del bien.
Esta alternativa permite el arriendo con opción de compra de un inmueble nuevo o usado por medio de un contrato de entre 5 y 20 años. El banco solo figura como dueño mientras habites el inmueble, pero quien debe responder por los pagos, eres tú. Se puede financiar entre el 80% y el 100% del valor de la vivienda. El contrato puede cederse en cualquier momento sin repercusiones, siempre y cuando los pagos se realicen con puntualidad.
El leasing vehicular no solo puede ser ejecutado por un banco, sino también por un concesionario de autos. En este se realiza un acuerdo de préstamo que puede usarse únicamente en vehículos (un carro o una moto, nuevos o usados). No hay mínimo ni máximo valor establecido, y si los pagos no se cumplen, el vehículo retornará a la entidad bancaria.