Un crédito educativo es un tipo de financiación para que tú o alguien más pueda estudiar. Consiste en que el banco o la entidad bancaria prestamista (puede ser también la institución educativa) financia el valor de la matrícula semestral.
Como todos los créditos, se efectúa un desembolso, en este caso directamente a la institución educativa (evitando un movimiento adicional del dinero), y mensualmente debes ir pagando la totalidad de este préstamo, sumado a intereses. Como el dinero no va para ti sino para la matrícula, debes presentar la factura original y expedida directamente por la universidad, ya que se debe verificar el valor antes de realizar el desembolso.
Si deseas financiar más de un periodo académico debes volver a solicitar el crédito, es decir, cada semestre debes presentar los mismos documentos. Para que una entidad te realice el préstamo del dinero de una segunda matrícula educativa, debes haber cancelado la totalidad de la primera matrícula.
El primer requisito para obtener este tipo de crédito es que tengas entre 18 y 74 años. Además de esto, existen otros como:
Existen dos tipos de préstamo educativo: corto plazo y largo plazo. El de corto plazo se debe cumplir en un tiempo de 6 a 12 meses, mientras que el de largo plazo puede cumplirse hasta en 12 años. Cualquiera de las modalidades puede ser para matrícula de pregrado, posgrado, carreras tecnológicas, técnicas o de estudios complementarios como especializaciones, doctorados o cursos de continuidad o de idiomas.