Te daremos a conocer los pros y contras que tienen los vehículos de salvamento y más. Cabe destacar que como salvamento se conoce en Colombia, a los vehículos que son objetos de siniestros o cualquier otro daño que afecta su valor comercial.
El salvamento se da cuando un carro se ha visto involucrado dentro de un accidente, robo, incineración o inundaciones. Después de la evaluación de la aseguradora se determina el procedimiento a seguir.
Durante la revisión de la aseguradora, se contacta el valor de los repuestos que deben ser cambiados. Posteriormente, se determina que sale más caro reparar los daños y procede a indemnizar a la persona por el costo total de la póliza.
El salvamento se da cuando la empresa aseguradora determina que el carro tiene pérdida total o de mayor cuantía. Por lo general, estos carros van destinados a ser desvalijados para venderlos por partes o en una sola pieza en subastas públicas.
Una vez la empresa de seguro determina la pérdida total del vehículo, procede a cancelar el valor de la indemnización al dueño. Luego, la aseguradora pasa a tener la custodia del carro.
Toda empresa o persona que compra este tipo de carro, busca la manera de repararlos con repuestos usados o nuevos de la misma marca. El objetivo es dejarlo lo más parecido a su estado inicial para venderlos en un futuro.
Estos son algunos de los tipos de carros de salvamentos que existen:
Sin embargo se recomienda al momento de adquirir un carro de salvamento hacer las gestiones por medio de empresas aseguradoras registradas en Fasecolda para mayor seguridad.
Estas subastas se originan cuando las empresas aseguradoras organizan la venta pública de forma periódica donde cualquier persona puede participar. Las subastas tienen como finalidad adquirir ganancias por medio de la recuperación y posterior reparación del vehículo.
Las subastas casi siempre son online o presencial, esto al final lo determina la aseguradora. Al momento de participar en una subasta debe verificar que la misma sea legal y esté debidamente autorizada ante las autoridades pertinentes.
Adquirir un carro de salvamento es una buena opción debido al precio en el que se cotizan, sin embargo, no dejan de tener una carga negativa al saber que la reparación no queda bien en su totalidad.
Esto trae como consecuencia, que algunos de estos carros no sean tomados en cuenta en muchas aseguradoras. Y por consiguiente, el crédito que soliciten para gestionar la compra se puede limitar.